¡Animalitos! [Privado]

Era de tarde, un día normal y corriente de aburrimiento en casa, como no. Después de haber estado como 3 días enclaustrado en casa decidí de una vez por todas salir de casa para hacer algo mejor que estar tumbado en el sofá viendo programas basura de la tele. Tras haberme duchado y preparado para salir, me acerqué primero a la cocina para ordenar un poco y después para beber un vago de agua. Acto seguido agarré las llaves de la casa y salí de esta cerrando la puerta con llave para evitar robos. Hacía un buen día, calorcito, sol, perfecto.. aunque era más que seguro que las piscinas y playas estarían atope, así que opté por otra opción, el zoológico. No se encontraba muy lejos de mi casa, lo cual fue una ventaja ante mi vagueza de caminar. No tardé ni 5 minutos en llegar allí, estaba todo vacío como supuse, por el hecho de que el 99% de las personas están en la playa o en la piscina disfrutando del día, debería hacer lo mismo, pero tanto olor a humano puede resultar agobiante. Donde primero me dirigí fue hacia la jaula donde estaban recluídos los lobos, al llegar allí me arrodille y miré hacia ellos, posando mis manos sobre los barros, observando a los lobos en su cautividad.

Caminaba por el zoolico, mirando a todos esos animalitos tan lindos, hasta que llegue al lugar de los lobos , me quede detenidamente mirandolos un rato, eran lindos y peligrosos a la vez...Solo me quede observandolos a ver si hacian otra cosa.

Lo que me separaba de mis pequeños parientes era una valla de metal. Me lo pensé un par de veces y coloqué mi mano sobre el borde de la valla sin percatarme de la presencia de alguien más, y de un ágil salto, crucé de un lado a otro, adentrándome en territorio animal. Mucha gente pensaría que estoy loco, pero no es así, tengo tacto con los lobos, ya que cabe decir que yo soy uno. Me acerqué con total naturalidad a los lobos, y estos no tuvieron ninguna reacción agresiva hacia ami. Me acerqué a un pequeño grupo que estaba formado por 3 lobos y comencé a " socializar " con ellos ayudándome de caricias y algunas cosas más, hasta que estos cedieron y comenzaron a jugar conmigo.

- ¡Ay! Si que sois revoltosos los lobitos de hoy en día -w-. - exclamé, viéndome debajo de una montaña de lobos, era como si fuésemos niños pequeños...

Miraba a esos animalitos mientras senti que el que estaba a mi costado comenzo a trepar la reja que nos separaba de los lobos y se acercaba a ellos. De pronto todos ellos se pusieron a jugar encima de el como si fuera uno de ellos. Me acerque un poco, y me di cuenta que era aquel muchacho que conoci en el parque con Utau, el que comia como si no hubiera comido en meses.

Nathan.. -pronuncie despacio al verlo como jugaba con esos cachorros de lobo adentro de la jaula. Despues me di cuenta que podria ser peligroso y em acerque al lado de la jaula donde el se encontraba - Nathan!! - lo llame -creo que deberias salir de ahi es muy peligroso - le espete mientras seguia jugando con los lobos.

Seguía concentrado en mi juego peligroso con los lobos. Estos estaban más que felices en jugar conmigo y yo con ellos, me gustaría poder cambiar de forma a lobo, pero desvelaría un poco lo que soy en realidad, aparte de que ya había olfateado que alguien nos estaba mirando. Al notar que una voz femenina gritaba mi nombre alcé la vista desde lo más bajo de una montaña de lobos encima mía, era una chica, me sonaba bastante, y no sé de que.. aparte de que sabía mi nombre. Arqueé la ceja y me arrastré un poco saliendo de debajo de los lobos, al instante me incorporé y me limpié las ropas llenas de polvo y algo de tierra. Dirigí mi mirada hacia los lobos e hice un leve gesto con la mano de que siguieran jugando ellos y me acerqué a la valla que me separaba de lo que sería el zoológico. Miré a la chica que me había gritado el nombre y la saludé con un gesto de mano.

- ¡Hola!... - exclamé animado, para luego quedarme un par de segundos en silencio pensando el nombre de la chica, me recordaba a parque la primera vez que llegué a la ciudad, buen día aquel, ya que comí de lo lindo... Agité mi cabeza alejándome un poco de esos pensamientos y volví a mirar a la chica, después de recordar su nombre, aunque no me atrevía mucho a decirlo, pero bueno.

- Koo.. Kobato ¿no? - dije rascándome la cabeza, esperando su respuesta o expresión ante mi pequeña frase, igual acierto.. o igual no.

Hola- respondi muy amablemente a su saludo mientras el se acercaba. Pero antes de ello Nathan parecia estar muy tranquilo, diria demasiado tranquilo con los lobitos encima de el y parecian jugar? - si soy Kobato -le dije con una sonrisa, tan posible era que se olvidara de mi nombre tan rapido.

Al parecer te olvidaste por un momento de mi nombre- le dije mientras sonreia de lo gracioso que me parecio eso - Por que no sales de esa jaula? -pregunte muy curiosa, esperando su respuesta mientras lo miraba a el y despues a los lobitos que seguian jugando mas alla.

Arqueé un poco la ceja ante su comentario sobre su nombre, hombre, olvidarlo no podría olvidarlo tampoco, pero en el parque tampoco era que le hubiese hecho mucho caso a la situación, extrañamente no recuerdo lo pasado después de mi encuentro con ella. Agité mi cabeza un par de veces como si fuese un lobo más y noté como las patas de algo o alguien se posaban en mi espalda, no le dí importancia, ya que los lobos no me iban a atacar. Por al lado de mi cabeza se asomaba la de un lobo de considerable tamaño, con una sonrisa algo ladina en el rostro.

- No, no podría olvidarlo. - dije, yéndome un poco de la lengua, se podría entender de varias formas, pero la que se podría pensar ella no era a la forma que YO me refería de no poder olvidar. Volví a agitar la cabeza de nuevo, un poco más leve casi sin que se notase volviendo a mirar con mi gélida pero expresiva mirada hacia ella, sonriendo de lado ante el comentario de la jaula. No sé, aproveché el momento para venir a jugar con mis " parientes " y eso no me lo quitará nadie por nada del mundo. Eché una pequeña risa y negué, sintiendo más peso apoyarse en mi espalda, ya no era un lobo, eran 3. Seguramente requerían de mi para jugar.

- Esto se podría decir que son mis parientes más cercanos, juego con ellos siempre. - dije con cierta inseguridad de como se lo podría tomar la chica, el caso era de que NO era normal que un chico humano tuviera parientes lobos, pero el caso es que no era muy humano, pero tampoco una bestia. No me gustaba mucho eso de NO humano, por eso solía llamarme ami mismo para incluso darme algún que otro ánimo " Rarito " o " Superhéroe " ( Lo sé, esto ultimo algo chorras ). Alejándome de esos melancólicos pensamientos miré hacia ella animadamente, agarrándola de las manos.

- ¿Vienes a jugar con nosotros? Te prometo que no te harán nada. - dije con una sonrisa segura, antes los toco yo que ellos a ella, en ese sentido, era muy protector.

Mientras lo escuchaba hablar miraba a los lobitos de la jaula eran tiernos y juguetones. Le sonrei a Nathan cuando dijo que no olvidaria mi nombre y pense que tal vez no hubiera dormido bien o el calor lo hacia confundirse, como a mi, menos mal llevaba un sombrero que me protegia del sol de ese dia.

DEspues lo escuche decir parientes de los lobitos, era un poco raro pero no decidi preguntar sobre eso o darle vueltas al asunto a menos que el me comenzara a contar ya que veia un poco de inseguridad. Despues de la nada me agarro de las manos y me ofrecio jugar con los lobos.

Ehhh?? - fue lo unico que pude decir, fue repentino, aunque no me desagradaba la idea de jugar con ellos, ya que eran tan tiernos. - Me quede en silencio un rato y de ahi con una sonrisa- Esta bien, jugare con los lobos.